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martes, 18 de enero de 2011

Todo llega todo pasa.


La niebla inunda los días, dificulta la visibilidad del paisaje e incrementa de manera notable los accidentes de tráfico en las carreteras. Algo similar puede ocurrir con los sentimientos. Habrá temporadas, épocas en las que sentiremos que la claridad no nos acompaña. Nos dejaremos llevar y actuaremos por impulsos pero si nos preguntan no seremos capaz de establecer los motivos de nuestros actos, el por qué de nuestras respuestas, ni las causas de la situación extraña en la que nos hemos visto envueltos.


Alternaremos días soleados, en los que creeremos experimentar un jubilo absoluto con días nublados, cargados de pesimismo e inmensas dudas y desaliento. Quizás pensemos que la situación no tendrá fin y que se alargará de manera indefinida. Sin embargo, al igual que la niebla... desaparecerá cuándo menos lo esperes.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Tu entrada es mi pensamiento escrito, ni yo misma lo hubiera puesto tan claro llena de nieblas y nubes oscuras.
Esperemos que desaparezcan pronto... ¡Ánimo!:D

Pe dijo...

Precioso, me encanta como escribes.
Yo, como el comentario anterior, también te digo: ÁNIMO!
bbesitos

Anónimo dijo...

Hay que linda manera de espresarte que tenes :)
Mui linda, un beso cuidate :)
nos vemos por blog :P