Todo cambia independientemente de que yo lo quiera. Te das cuenta, abres los ojos y observas que las relaciones personales no son nada más que estúpidos billetes de viaje. Por una razón desconocida, llegas a pensar que son billetes de ida pero sin vuelta. Ridícula confusión, todo o casi todo tiene un fin, por mucho que te empeñes en pensar lo contrario.
Por ello, has de ser consciente de que tu vida se forma mediante la recolección de recuerdos, de experiencias y de personas que te hacen madurar y crecer como persona. Muchos de ellos, sin quererlo ni esperarlo se quedarán en el camino, pero habrán dejado una huella imborrable en tu interior. Otros en cambio, sabes y confías en que sigan a tu lado en este complicado porvenir, amenizando la banda sonora que guiará tus pasos y poniéndole fuerzas y apostando por tu futuro, por tu felicidad.
Así es el misterio de la historia, tratemos de resolverlo de la mejor manera posible.
No hay comentarios:
Publicar un comentario