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miércoles, 1 de septiembre de 2010

Miedo.

El miedo es como las manías, que todo el mundo tiene una.

El miedo te impide avanzar y te hace tropezar constantemente, se apodera de cada uno de tus sentidos y lo que es más grave, te aisla en un mundo paralelo. Por culpa de este, llegamos a sentirnos perdidos, desorientados y erróneos en cada una de nuestras decisiones.

Es misión imposible vivir sin él pero sin embargo, en algunos aspectos no es tan malo tenerlo presente. Por ejemplo en cuánto a relaciones sentimentales, no es dañino sentir miedo por la posible perdida de la pareja. Gracias a él nos involucramos más en la tarea de hacer feliz al otro ser, luchamos para que el tiempo siga a nuestro favor e incluso intentamos utilizar el vínculo existente entre ambos para superar otro tipo de miedos.

En mi caso siempre me he considerado una persona miedosa y temerosa, alguien a quien le cuesta mucho tomar una determinación por el posible arrepentimiento. Pero supongo que es el transcurso de la vida el que nos enseña como dominar y controlar este miedo que tanta confusión y complicación nos produce.

Asique hasta que llegue ese momento trataré de echar mano de otras facultades del ser humano como la fortaleza y disfrutare aun más de momentos únicos y especiales que hacen que valga la pena luchar por salir adelante.

Muchos cambios, demasiadas interrogaciones y yo aquí, viéndolas venir...

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